FIN DE SEMANA EN EL MAESTRAZGO. RUTA 1: POR LOS PUEBLOS MÁS DESCONOCIDOS

Allepuz, Villarroya de los Pinares, Miravete de la Sierra y Fortanete

Miravete de la Sierra

Soy una entusiasta de los viajes y una enamorada de todo Aragón, pero hay un territorio que me ha robado el corazón: el Maestrazgo turolense. No se si es esa capacidad de sorprender, esa sensación de territorio aún por descubrir o esa mezcla de patrimonio y paisaje, pero si tuviera que perderme en una zona de Aragón, sería esta.

El asentar nuestra caravana en Aliaga, a las puertas de esta comarca y de momento sin fecha de partida, nos ha brindado la posibilidad de ir conociendo este territorio sin las prisas que imponen los viajes cortos.

El Maestrazgo es para vivirlo mas que para visitarlo, pero se que no siempre tenemos el tiempo suficiente, por ello, he creado 4 rutas que irán viendo la luz poco a poco. Están pensadas para moverse en coche o moto y para hacerse en un fin de semana o un puente de tres días o cuatro días. El eje conductor son sus pueblos, pero he añadido alguno de los itinerarios senderistas más atractivos de cada zona para disfrutar de este territorio de una forma más completa.

Te voy a contar lo que no puedes perderte y lo que a mí me ha cautivado. Mi intención es que desees acercarte pronto al Maestrazgo o volver, si ya estuviste.

La Ruta 1 transcurre por el extremo suroccidental de la comarca, comenzando en Allepuz y conociendo a continuación los pueblos que acompañan en su nacimiento a uno de los ríos más importantes de Aragón, el Guadalope. Terminaremos atravesando densas masas de pinares para llegar a Fortanete.

  1. Allepuz
  2. Villarroya de los Pinares
  3. Miravete de la Sierra
  4. Fortanete

Allepuz

Vista de Allepuz desde el Valle del río Sollavientos

Las casas de Allepuz se aferran a la ladera del cerro que le hace de muralla por el norte. La población la cruzan de este a oeste las calles Mayor y Enmedio y es inevitable el paseo por ellas y por los callejones que las cruzan. En él iremos encontrando casas señoriales, entre las que destaca la Casa Grande que, tras su restauración, pasó a formar parte de la Red de Hospederías de Aragón.

Su aspecto es diferente al de los otros tres pueblos que se incluyen en esta ruta, quizá porque en su caso no fue entregado a una orden militar.

Allepuz

Entrando por la Calle Mayor nos encontramos con la Iglesia de la Purificación, obra barroca. Si accedes por la carretera desde el oeste, verás la Ermita de Nuestra Señora de Loreto (s. XVII)

Ermita de Nuestra Señora de Loreto, Allepuz

De Allepuz guardo buenos recuerdos de juventud, de esos de montones de risas junto a mi amiga Carmucha, cuya familia tiene origen en el pueblo.

Tengo pendiente muchos paseos por los alrededores, especialmente la Vuelta a Sollavientos que espero contarte muy pronto.

Rutas senderistas en Allepuz

Camino de los Pilones

Un itinerario entre Allepuz y Villarroya de los Pinares con el principal atractivo de caminar acompañados de un importante conjunto de columnas o pilones de más de 2 metros de altura.

La finalidad de estos pilones, datados entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, era facilitar el tránsito de caballerías y el comercio de la lana y otras materias primas desde estas poblaciones serranas hacia la costa, pues las duras y exigentes inclemencias meteorológicas de la zona propiciaban la frecuente pérdida de viajeros y comerciantes.

Puedes comenzarlo en cualquiera de las dos localidades. El recorrido completo son 7,5 km y te llevará 1 hora 45 minutos aproximadamente hacerlo, pero recuerda que es lineal y, si lo haces completo, deberás tener en cuenta la vuelta.

Consulta aquí todos los detalles de El camino de los Pilones, de Allepuz a Villarroya de los Pinares

Villarroya de los Pinares

Lo fascinante de Villarroya de los Pinares es que toda la población es interesante, en cada rincón encontrarás elementos que despertarán tu curiosidad. Tanto si das un paseo sin rumbo como si la recorres con las explicaciones de un guía local, la sensación de fascinación es la misma. Por supuesto, yo te recomiendo que conozcas su historia a través de una visita guiada porque es la forma de entender de verdad el valor de este conjunto urbano que fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1982.

Si te acercas a estas poblaciones en días que no coincidan con el verano, la semana santa o un puente importante, comprobarás la ausencia de visitantes. El hecho de no ser tan conocidas como otras localidades de la comarca hace que sea más difícil mantener abierta una oficina de turismo o incluso una oferta amplia de alojamientos.

Sin embargo, en verano el departamento de Turismo de la Comarca del Maestrazgo hace un esfuerzo por mantener abiertas sus oficinas de turismo y ofrecer visitas guiadas. Esto nos brinda la oportunidad de visitar el interior de los edificios más interesantes y de conocer la historia de mano de guías locales que, sin duda son los que mejor las conocen y lo transmiten.

En el caso de Villarroya se encarga de ello Serafina, de la empresa T-guío, que os aseguro que os encandilará con sus explicaciones y hará que entendáis a la perfección toda su historia. Además, esta visita nos permite entrar en la cárcel y en la Iglesia de la Asunción.

Si lo visitas por tu cuenta, puedes empezar el paseo en la plaza del Ayuntamiento, renacentista, con su pórtico en la planta baja que, como hemos aprendido en nuestros paseos por los pueblos de esta comarca, se usaba para realizar el mercado. Bajo este edificio encontramos el único portal de entrada a la villa que se ha conservado.

En el extremo opuesto de la plaza llama la atención una casa, poderosa e imponente, con dos portadas propias de una vivienda de Roma. Se trata de Casa Peña (siglo XVII). Cuando conoces su historia, aún te impresiona más. La vida de su primer propietario es digna de llevarse al cine.

Francisco Peña Calvo era el quinto hijo del herrero y nació en Villarroya en 1540. A pesar de su origen humilde, pudo estudiar en la Universidad de Valencia, quizá acompañando a un noble a quien “calentaba el asiento”. Las oportunidades están para aprovecharlas y él lo hizo. Más tarde pudo ampliar estudios en la Universidad de Bolonia. 

Ordenado sacerdote, se trasladó a Roma para ocupar un puesto como oficial menor de la corte papal. Allí realizó una fecunda labor editorial y, entre sus obras, la que le dio fama universal fue Directorium inquisitorum, o lo que es lo mismo, el manual de los inquisidores. Su prestigio creció entre papas y reyes, de forma que el mismo Felipe II le tuvo en alta estima y le confió cargos importantes hasta el punto de designarlo para formar parte del Tribunal de la Rota de Roma por la Corona de Aragón

Francisco Peña mandó levantar esta casa en el mismo lugar donde había estado la herrería de su padre y, aunque murió antes de verla terminada, se hizo tal y como fue ordenando en la distancia, resultando ser un pedacito de Roma en el Maestrazgo.

Casa Peña, fachada posterior

La huella de Francisco Peña no sólo permanece en su casa, en la Iglesia de la Asunción (siglos XV-XVIII) también quedó patente su importancia. Cuando pasees por la calle Mayor y observes la fachada de la iglesia, verás los restos de un antiguo balcón, del que hoy sólo queda una puerta que nos llevaría a una caída libre (se eliminó su parte saliente al hacer pasar por aquí la carretera A-226). Pues bien, este balcón lo hizo construir para poder ver las procesiones desde un lugar privilegiado.

Restos del balcón de Francisco Peña

En el interior de la iglesia, Francisco Peña, además de su capilla funeraria, promovió la reforma y ampliación de toda la cabecera del templo, dándole un bello aire clasicista que contrasta con el de la nave, de estilo gótico levantino.

También de época renacentista es el gran pórtico o lonja, con sus tres grandes arcos, espacio de gran belleza, a pesar de que su aspecto actual no sea ya el mismo que tuvo en origen. El pórtico perdió su artesonado en la guerra civil y otros elementos que lo hacían mucho más acogedor cuando en él se celebraban importantes reuniones.

Atrio de la Iglesia de la Asunción

En la Calle Mayor encontramos también la cárcel, hoy Centro de interpretación de la Orden de San Juan del Hospital en el Maestrazgo.

El contenido de este centro se justifica por la presencia histórica de dicha orden en este territorio. Villarroya fue señorío de la Orden Militar de San Juan del Hospital desde 1190 al ser donada por Alfonso II a esta orden, hasta el siglo XIX, formaba parte de la Bailía y Encomienda Hospitalaria de Aliaga junto con esta población, Fortanete y Pitarque.

La información sobre esta orden militar se completa con paneles donde se habla del patrimonio histórico artístico, la religiosidad popular, demografía, vicisitudes históricas, economía, etc. También se habla de Francisco Peña, el hijo más ilustre de la localidad.

Acompañados de la guía, atravesamos salas hasta llegar al calabozo, un espacio abovedado en la parte más profunda del edificio, y donde realmente se tiene la sensación de encierro de los prisioneros.

Te recomiendo pasear con calma por las calles de Villarroya. La Calle Mayor, con el edificio de la cárcel y las casas que están junto a ella ofrece una imagen de cómo pudo ser esta villa, pero no es la única que conserva ese aire del pasado. Casas grandes y ricas, de pobladores a los que convencían para que se asentaran en estas tierras eximiéndoles de impuestos, con lo que cada vez ahorraban más y podían contratar buenos albañiles, cántabros o franceses. Te irás encontrando grandes puertas en arco de medio punto con enormes dovelas de piedra y ventanas con dintel, y mil detalles e inscripciones que dejaron los propios albañiles, con fechas que dan escalofrío por su antigüedad.

Entre sus casas solariegas, aparecerá ante ti la Torre campanario (s.XIII-XVI), curiosamente exenta, construida donde estaba el antiguo castillo.

Si quieres alargar el paseo, puedes llegar hasta alguna de sus ermitas. La Ermita de Loreto (s. XVII) tiene un atrio con un bello alero de madera tallado.

Ermita de Loreto, Villaroya de los Pinares

Rutas senderistas en Villarroya de los Pinares

Ruta fluvial del Guadalope entre Villarroya de los Pinares y Miravete de la Sierra

Un precioso paseo junto al río Guadalope que podrás empezar en la localidad que quieras.

Es perfecto para hacer en familia, incluso con niños pequeños, porque no tiene dificultad.

Si lo haces entero son 6´5 km que se recorren en 1 hora 50 minutos (sólo ida), pero puedes hacer el tramo que quieras adaptado a tus gustos.

Perfecto para cualquier época del año consultando siempre previamente el estado del río.

Consulta aquí todos los detalles de la Ruta Fluvial del Guadalope

Miravete de la Sierra

Miravete de la Sierra es un pueblo de postal, entres por donde entres ofrece una imagen pintoresca y preciosa. De hecho, a pesar de ser un pueblo pequeño, se organiza en tres barrios.

El núcleo central es el más antiguo de los tres y tuvo como origen la mole rocosa en la que se localizan los restos del castillo y en torno a la cual fue creciendo el municipio. A la izquierda del río Guadalope se sitúa el barrio de San Cristobal, mientras que el arrabal se haya a la derecha.

El encanto de la localidad queda patente en su declaración como Conjunto Histórico Artístico.

Como ya te he comentado anteriormente, lo ideal es recorrerlo con visita guiada. Así lo hicimos nosotros acompañados de nuevo por Serafina de T-guio quien también se encarga de enseñar esta población los sábados por la tarde. Esto nos permitió entrar a la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, al molino y al horno.

A finales del siglo XIII Miravete de la Sierra se convirtió en villa del señorío del Arzobispo de Zaragoza, quizá por ello se mantuvo tan cuidada y tan «cuqui», si me permites la expresión. La Plaza del Mayor es como un pueblo en miniatura, con el edificio del ayuntamiento, la fuente, el horno comunal, la casa del cura, el hospital y un puente de aspecto medieval, a pesar de haberse construido en el siglo XVI.

Plaza Mayor, Miravete de la Sierra

La Plaza de la Iglesia no es menos bonita, con la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves y su torre, un pórtico en forma de L que en el pasado acogía el cementerio en su interior. El acceso hasta su portada, a través de un pasadizo en recodo, con su suelo de pequeños cantos rodados formando dibujos es realmente maravilloso.

Tener la oportunidad de ver su interior fue una de las ventajas de la visita ya que es para no perdérselo. Las bóvedas estrelladas tienen una delicada decoración de lazos y flores de principios del XIX. Fue una pena saber que el año pasado una de las figuras que forman parte de esa decoración mural se desprendió, perdiéndose irremediablemente, una vergüenza que sigamos sin cuidar nuestro patrimonio como se merece.

Pórtico de la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves.

Por si lo que os he contado fuera poco, es posible visitar el Molino, en activo al menos desde el siglo XVI. Hoy es un pequeño centro de interpretación y conserva la acequia de abastecimiento de agua, la balsa, la casa del molinero y la maquinaria. Su visita, junto con la del horno comunal, también del siglo XVI, te permite imaginar cómo era el proceso completo de hacer el pan en el pasado, algo que hoy tenemos tan al alcance de la mano.

Si lo que has leído sobre Miravete te ha parecido curioso, espera a que te cuente la siguiente historia que a mi me dejó loca cuando la conocí.

En 2008 Miravete de la Sierra se convirtió en «El pueblo donde nunca pasa nada», una campaña de una agencia publicitaria que pretendía demostrar que, con el marketing adecuado, un pueblo de 12 habitantes hasta entonces desconocido para la mayoría, podía triunfar como atractivo turístico.

«Buscábamos un pueblo desconocido, pequeño, pero con encanto. Cuando llegamos a Miravete, nos convenció esa gente fantástica, que abrazó la idea enseguida» dijo el argentino Pablo Alzugaray, dueño de la agencia de publicidad. Así, «Le diseñamos a ese pueblo minúsculo una web con reservas online, merchandising del pueblo y también le dimos una dimensión social, como poder hacer donaciones para restaurar una iglesia del siglo XVI. En tres días tuvimos 50 mil visitas en la web, y el pueblo lleno de turistas y periodistas.»

Wikipedia

Se creó una web, donde sus habitantes hacían visitas guiadas virtuales. Además, se podía reservar alojamiento, comprar una teja por 10€ para arreglar el tejado de la iglesia, jugar en al Open Internacional de ordeño de cabras o comprar los muñecos réplica de cada uno de los 12 habitantes.

Si tienes curiosidad, busca la campaña en YouTube, te aseguro que no te va a dejar indiferente.

Los doce habitantes de Miravete de la Sierra convertidos en merchandising en la campaña «El pueblo en el que nunca pasa nada«

Fortanete

Fortanete tiene un aire serrano que la diferencia de los otros pueblos de esta ruta. Rodeada de puertos y extensos pinares, en invierno la nieve es frecuente por aquí.

Enseguida nos topamos con su gran plaza y la monumentalidad del conjunto formado por el Ayuntamiento (s. XVI) y La Iglesia de la Purificación (s. XVII). El interior de esta iglesia, como hemos sabido ya en más de un pueblo del Maestrazgo, fue arrasado en la Guerra Civil y me pareció curioso conocer que, a falta de retablo, el escultor Francisco Rallo hizo el actual.

Si te suena el nombre de este escultor, posiblemente sea porque también es autor de los leones del Puente de Piedra o el Caballito de la Lonja en Zaragoza.

En la parte baja de la Casa Consistorial se sitúa la lonja, donde se celebraba el mercado y donde también estaba la carnicería. Por ella también se acede a la cárcel y la mazmorra, que hoy son también oficina de turismo.

Pudimos visitar todo este conjunto gracias a las visitas guiadas organizadas por Turismo del Maestrazgo, realmente merece la pena.

Ayuntamiento e Iglesia de la Purificación

Noelia, la guía, nos acompañó por sus muchas celdas, esta cárcel es realmente grande y eso que aún no se han recuperado todas las estancias.

Los presos mataban su tiempo haciendo graffitis sobre las paredes: nombres, cruces, curiosos sistemas para contar los días de condena, todos tremendamente interesantes. Entre ellos, me encantó un desahogo en forma de «esto es injusto» que, aunque durante un tiempo sólo lo leyera quien lo escribió, le serviría de terapia seguro.

En el paseo por el pueblo vas descubriendo muchos ejemplos de arquitectura popular y múltiples detalles interesantes. Llaman la atención dos casas, la primera es la de los Duques de Medinaceli, con un hermoso balcón renacentista.

Palacio de los Duques de Medinaceli

La otra es la del Marqués de Villasegura, en la que por su exterior y dimensiones se adivina que fue importante, pero cuyo estado de conservación desgraciadamente hoy deja mucho que desear.

Una de las imágenes más bonitas del pueblo se obtiene desde el Puente medieval de la Fontana. La poquita agua que discurre bajo él es la del Pitarque. ¿Te suena? el Monumento Natural del Nacimiento del Río Pitarque es uno de los parajes más bellos de Aragón. Poca gente sabe que el verdadero nacimiento del Pitarque se encuentra en Fortanete, pero su caudal desaparece nada más nacer y discurre subterráneo hasta volver a aflorar en Pitarque de esa forma tan bella y caudalosa.

En Fortanete descubrimos la red de Pueblos Mágicos de España, una asociación que pretende ayudar a los municipios a poner en valor sus recursos locales, impulsando el desarrollo turístico local. Son pueblos vivos, con características propias que los hacen únicos y de los que emana una «magia» especial.

Para animarnos a conocerlos, en cualquiera de ellos, te entregan un Pasaporte Mágico que debes registrar en su página web y que te irán sellando en cada uno de los pueblos que visites. Cada trimestre sortean premios entre los pasaportes registrados y se puede optar a más premios directos según los sellos que tenga tu pasaporte. ¡Lo que nos faltaba a nosotros! que nos animen a viajar. Fortanete ha sido nuestro primer pueblo mágico pero ya estamos deseando conocerlos todos.

Pasaporte Pueblos mágicos de España

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