RUTA POR LAS HOCES DEL RÍO ALFAMBRA ENTRE AGUILAR DEL ALFAMBRA Y GALVE

Etapa del GR 199 o Ruta de los chopos cabeceros del Alfambra

A pesar de la información previa que hay sobre senderos y rutas, en ocasiones, la experiencia supera las expectativas, esto es lo que nos ha ocurrido con este recorrido entre Aguilar de Alfambra y Galve.

Es uno de los senderos más espectaculares y menos conocidos de Teruel, pero entraña cierta dificultad por distancia y complicación. Por ello, te voy a contar nuestra experiencia y a darte todos los consejos que te permitan disfrutarlo tanto como nosotros.

  1. Cómo es el GR 199 o Ruta de los chopos cabeceros del Alfambra
  2. Cómo es la etapa Aguilar del Alfambra – Galve del GR 199
  3. Cómo recorrer la etapa Aguilar del Alfambra – Galve del GR 199
  4. Galve y Aguilar del Alfambra, los pueblos de la ruta

Cómo es el GR 199 o Ruta de los chopos cabeceros del Alfambra

El GR 199 Ruta de los Chopos Cabeceros del Alfambra es un sendero tipo travesía que sigue el curso del río Alfambra, desde su nacimiento en la val de Motorritas (Gúdar) hasta los Ríos Bajos (Galve).

La longitud total es de 56 km que atraviesan bosques y prados de alta montaña mediterránea, se adentran en espectaculares cañones fluviales, descubren pueblos con un rico patrimonio cultural y pasean junto a miles de chopos cabeceros centenarios, la esencia de un paisaje único en Europa.

Estos árboles han sido podados durante siglos para producir las vigas de los hogares, la leña para los inviernos serranos y el forraje de los rebaños. Los cabeceros son esculturas vivas y el hábitat de una rica comunidad biológica. Pero, además, son el resultado de una sabiduría popular reconocida como Bien de Interés Cultural Inmaterial por haber generado un paisaje cultural único en Europa.

www.parquechopocabecero.com

Si deseas conocer más sobre el Parque Cultural del Chopo Cabecero, puedes visitar su web www.parquechopocabecero.com, tiene información muy detallada e interesante.

Si quieres saber más sobre todas las etapas del GR 199, a principios de 2023, el Parque Cultural editó un folleto con el mapa de la Red de Senderos del Alto Alfambra que incluye un resumen de las cinco etapas del GR 199: Motorritas-Gúdar, Gúdar-Allepuz, Allepuz-Jorcas, Jorcas-Aguilar del Alfambra y Aguilar del Alfambra-Galve.

Podéis descargarlo a través de este enlace: Mapa de los senderos del Alto Alfambra

Al formar parte de la Red de Senderos Turísticos de Aragón, el GR 199 sigue todos los estándares de seguridad, calidad y mantenimiento de esta red. La señalización es exhaustiva y muy abundante: postes, carteles de advertencia y marcas blancas y rojas.

Señalización de ruta

Cómo es la etapa Aguilar del Alfambra – Galve del GR 199

Este tramo del GR 199 es el más largo (14,7 km) y el de mayor dificultad de todo el sendero, pero también es uno de los más bonitos y desconocido entre los aficionados al senderismo en Aragón.

Esta etapa es la de las hoces que fue abriendo el Alfambra en las calizas del norte de la Sierra del Pobo, pero hay mucho más: una ermita, los restos de un castillo medieval, las ruinas de un histórico molino harinero, parajes agrestes y solitarios, espectaculares formaciones geológicas, cabras montesas, buitres leonados, sabinas negrales centenarias, la huella del paso de los dinosaurios… y tres elementos omnipresentes: el río Alfambra, los chopos cabeceros y el silencio ¿A qué te apetece recorrerlo?

Cómo recorrer la etapa Aguilar del Alfambra – Galve del GR 199

La manera de disfrutar de esta etapa del GR 199 dependerá de tu disponibilidad de tiempo, gustos y posibilidades.

Los consejos que te voy a dar son los que se adaptan a nuestra habitual forma de disfrutar de los senderos: nos encanta andar, pero con calma, y preferimos dividir los recorridos en etapas que podamos hacer en una jornada, regresando si es necesario otro día para completar lo que nos falta.

Los casi 15 km lineales de la etapa completa son incompatibles con nuestros gustos senderistas, teniendo además en cuenta que hay que contar con el tiempo de regreso.

Por esta razón, te proponemos dividir el recorrido en dos partes que puedes hacer en dos días diferentes, una opción perfecta también si duermes en alguno de los alojamientos de la zona.

Cada una de ellas tiene distinta dificultad, por lo que también puedes escoger cuál hacer dependiendo si vas con niños o con personas menos acostumbradas al senderismo.

Añadiré algún consejo para acortar un poco los trayectos, centrándonos en las partes más atractivas.

Primera parte: de Galve al Arco Natural de Roca

Para hacer este tramo partimos de Galve, municipio de la comarca Comunidad de Teruel conocido por los hallazgos de dinosaurios.

Esta primera parte es la más sencilla, por lo que es perfecta si te acercas con niños. El tramo que te propongo cuesta recorrerlo 1 hora y 20 minutos (ligero y sin paradas) y debes contar con otro tanto tiempo de regreso.

El terreno no es complicado ni muy arriesgado, hay muchos tramos de pasarelas y pisas, pero creo que, lejos de ser difíciles, a los niños les van a encantar. Cada uno conoce a sus pequeños, pero yo diría que a partir de 5 o 6 años están listos para disfrutarlo.

En el centro de Galve verás ya las primeras señales de Senderos Turísticos de Aragón, con indicaciones de distancias y tiempos del sendero.

Señales de Senderos Turísticos del GR 199 en el centro de Galve

La dirección que debemos tomar es la que indica «Ríos Altos». Si quieres, puedes empezar aquí la ruta; nuestro consejo es que sigas un poco más con el coche, es pista, pero está perfecta y así nos ahorramos 1,3 km de caminata, algo que agradeceremos a la vuelta.

Desde el coche, hay que seguir las indicaciones hacia «Ríos altos», «Jorcas» o «Dinosaurios» (depende del punto) hasta toparte con un Megalosaurio, llegamos junto a él en 5 minutos.

Nuestra caminata comienza junto a este enorme dinosaurio, al lado hay un área recreativa y espacio para aparcar nuestro vehículo sin molestar.

El Megalosaurio es una reproducción a tamaño real de un dinosaurio carnívoro que llegó a pesar hasta 4 toneladas. No es la única referencia a los dinosaurios que encontramos en Galve, ahora nos toca andar, pero a nuestro regreso les podemos dedicar un rato.

Reproducción del Megalosaurio, punto de comienzo de nuestra ruta

Nuestro recorrido comienza por el camino que transcurre a la izquierda del Megalosaurio, junto a los primeros chopos cabeceros de los miles que nos van a acompañar en este sendero, y como primer objetivo tenemos llegar a los Ríos Altos, paraje donde comienzan los estrechos del río Alfambra.

Más adelante, son los álamos canos los que nos acompañan, recorremos un pequeño bosque de estos enormes árboles de troncos blancos.

El estiaje del Alfambra es habitual y permanece seco semanas o meses, hasta que vuelven las lluvias.

Alameda y cauce seco del Alfambra

Abre bien los ojos porque algunos chopos son auténticas esculturas vivas de una belleza admirable. En toda la vega de Galve hay repartidos unos interesantes paneles que explican el valor del chopo cabecero y hacen que entiendas aún más la importancia de estos extraordinarios árboles.

Después de 35 minutos de caminata, llegamos a una zona conocida como El Pantano, donde se talló la roca y se encajaban unos maderos para acumular el agua y regar. Comienzan aquí los primeros estrechos y la parte más divertida.

El Pantano y comienzo de las hoces del Alfambra

A partir de aquí, avanzaremos por los estrechos del río Alfambra, con el río a nuestra derecha.

A menudo, una serie de tablones, pisas y sirgas nos van a ayudar a progresar sin necesidad de mojarnos los pies. Hasta 8 tramos así contamos en el recorrido. Entre ellos, en ocasiones caminamos a nivel del río y acompañados por los chopos.

Tablón de madera y sirga
Pisas y pasarela de madera

Seguro que te encuentras cabras monteses que treparán ágiles cuando noten tu presencia, párate y presta atención al ruido, a menudo, en su escapada desprenden rocas.

La excursión es muy divertida, con el reto de ir superando esos sucesivos tramos habilitados. En verano, podemos refrescarnos con el agua del río; salvo episodios de crecidas, el Alfambra no es muy caudaloso pero ofrece riberas donde disfrutar del agua.

Además, es una zona preciosa, estamos rodeados de naturaleza y muy lejos del estrés y el bullicio habitual.

De repente, nos topamos con una maravilla geológica, una serie de pliegues por los que avanzamos gracias a las pisas metálicas, un auténtico espectáculo.

Pliegues espectaculares

Muy pronto toca cruzar el río por un pequeño puente de madera que parece colocado hace no mucho tiempo.

Un poco más adelante, el sendero asciende bruscamente para evitar un peñasco y, desde arriba, tenemos unas bonitas vistas del valle con la alameda que le acompaña en esta zona.

De nuevo, iremos descendiendo por una zona más sombría ayudados de sirgas.

El río se encuentra con un gran bloque calizo y traza un meandro; a su izquierda se abre barranco que desciende desde el monte, es el Barranco del Aljecero. Las aljeceras son las canteras de las que se extraía el yeso y, si nos adentráramos un poco en él, veremos los restos de uno de los muchos hornos que había diseminados por sus laderas para quemar el yeso.

Es un paraje precioso, otra de las zonas que nos deja maravillados. Un poco más adelante, si miras hacia a tu derecha y hacia arriba, verás el arco natura que se ha creado en la caliza: hemos llegado al final de la primera de las dos partes en las que hemos dividido la etapa.

Desde el inicio de los estrechos hasta aquí nos ha costado llegar 45 minutos, andando ligero y sin contar paradas.

Toca regresar a Galve por el mismo camino, pero el GR 199 continúa, lo conoceremos en la siguiente jornada ¿Quieres saber cómo es la segunda parte? Sigue leyendo.

Bloque calizo y meandro del Alfambra junto al Barranco de la Aljecera
Arco natural de roca, fin de la parte de la etapa que nos habíamos propuesto hoy

Segunda parte: de Aguilar del Alfambra a la Peña la Asnada

Para hacer esta segunda parte de la etapa nos trasladamos hasta la localidad de Aguilar del Alfambra.

La etapa del GR 199 parte de la localidad de Aguilar del Alfambra, junto a su fuente de agua riquísima que mana abundantemente (no olvides llenar tu botella). Cerca de la fuente, verás las primeras señales de ruta.

Podríamos empezar a caminar desde aquí, llegar al precioso paraje del Estrecho, subir a la Ermira de la Virgen de la Peña y descender hasta el Valle de Cañaseca, donde comienzan los estrechos del Alfambra. Tan solo este trayecto son ya 4 km., por lo que te voy a contar cómo evitarlos.

Tanto el Estrecho como el camino a la Ermita de la Virgen de la Peña y sus miradores accesibles son lugares maravillosos que no te puedes perder. Te aconsejo que les dediques otra excursión más tranquila otro día, nosotros lo hicimos y tienes aquí toda la información: Paseando por el entorno de Aguilar del Alfambra: Paraje Natural del Estrecho y Ermita de la Virgen de la Peña

www.puntodepartidaaragon.com
Mirador de la Ermita de la Virgen de la Peña desde donde se ven las hoces que vamos a recorrer hoy

Para ahorrarnos esos 4 kilómetros, nuestro objetivo es llegar en coche hasta la «Palanca de Cañaseca» (la tienes así nombrada en Google Maps, por si quieres ir siguiendo tu recorrido en la aplicación, pero es fácil llegar).

Desde Aguilar de Alfambra, sin dejar nuestro vehículo, vamos a continuar por la Calle Alta, siguiendo la señal de silla de ruedas, que nos están marcando cómo llegar al Mirador accesible de la Virgen de la Peña.

Cuando dejamos las calles del pueblo, seguimos avanzamos por pista de tierra en buen estado (si no ha llovido) y llegamos a un primer cruce con señales de madera: debemos seguir las que indican «Ruta de Cañaseca y la Sierra».

En un segundo cruce no hay que tomar el desvío a la Ermita, sino seguir el camino. Verás que poco a poco irás descendiendo y acercándote a las hileras de chopos que nos indican la presencia del río Alfambra, aparcaremos al llegar junto a él.

La palanca es un simple puente sobre el río que nos permite cruzarlo para empezar la ruta. En ella encontramos ya los postes del GR 199 de Senderos Turísticos de Aragón, a partir de aquí solo debemos seguirlos.

Aspecto de la pista cuando ya estamos casi llegando a la Palanca de Cañaseca
Palanca de Cañaseca, nuestro comienzo de ruta de hoy

Como ya comenté, la primera parte la veo accesible para todos, pero no ocurre lo mismo con esta segunda. No creo que sea apta en absoluto para niños, pero tampoco para personas poco acostumbradas al monte, de hecho es bastante exigente y con algún punto donde hay que extremar la precaución.

La caminata llana junto al río se ve interrumpida en muchas ocasiones por empinadas subidas y bajadas para salvar peñascos. Además, en algunos tramos hay mucha piedra suelta y el sendero es muy estrecho, por lo que un buen calzado con buena suela es fundamental.

A todo ello hay que añadir la distancia: llegar bajo la Peña la Asnada nos llevará 2 horas de caminata (ligera y sin paradas) y debemos contar con el tiempo de regreso.

Comenzamos a caminar y pronto encontramos uno de esos repechos que os he comentado, aunque contamos con las sirgas para poder agarrarnos.

Tras salvarlo, avanzaremos durante un buen rato junto al río Alfambra, que avanza con nosotros por nuestra derecha. En esta parte del GR no faltan tampoco los tramos de pisas metálicas y tablones de madera que salvan el cauce.

Avanzamos con el Alfambra a nuestra derecha
Tramos de pisas y sirgas
Tramos empinados de subida

Poco a poco, nos vamos acercando a los restos del Molino de Barberán, un molino harinero antiquísimo. Si nos fijamos bien, iremos viendo indicios de una acequia que servía para abastecerle de agua, incluso hay un momento en el que el sendero transcurre por su interior. También veremos ruinas de la balsa adosada al molino donde se recogía el agua.

El Molino de Barberán era uno de los muchos molinos harineros que jalonaban el curso del río Alfambra. Una de sus singularidades es que se alimentaba de una conducción de agua construida exclusivamente para moler el grano. Era una conducción de una longitud considerable, estimándose de alrededor de 2 kilómetros.

Otro hecho llamativo es la compleja obra de ingeniería que supuso esta conducción para resolver las dificultades del terreno. Por un lado, se picó la roca para abrir una especie de trincheras por las que circulaba el agua. Para salvar una mole rocosa, se excavó un túnel de 39 m. de longitud conocido como «la cava» cuyas entrada y salida aún se pueden ver. Por si esto no fuera poco, se hizo un tramo colgado sobre el cauce y en la pared rocosa aún podemos ver los mechinales (agujeros cuadrados) en los que se encajaban los palos que soportaban las tablas de madera de un tramo del canal.

Todos los datos sobre el molino de Barberán los he obtenido de www.parquechopocabecero.com
Mole rocosa atravesada por «la cava»
Signos de la canalización del Molino de Barberán

En esta parte del recorrido cruzamos un par de veces el Alfambra con ayuda de pequeños puentes metálicos. Entre ambos puentes, hay un momento que caminamos sobre unas losas calizas con ondulaciones, son nada más y nada menos que marcas de oleaje, ¡estamos caminando sobre un mar jurásico!

Tras cruzar el segundo puente, verás señalización de otro sendero, el PR-TE 51, nosotros seguimos nuestro camino por el GR 199.

Muy pronto, el sendero asciende por una ladera llena de pinos, es una subida muy pronunciada.

Al llegar arriba, estamos muy cerca de una de las panorámicas más bonitas de la ruta: la desembocadura del río Penilla en el Alfambra. Para verlo, al terminar el ascenso, hay que desviarse unos metros del sendero (unos 20 m.), pero merece la pena.

Para guiarte, escucha el sonido de las aguas del Penilla caer en forma de cascadas. La casualidad hizo que nosotros nos topáramos con un numeroso rebaño de ovejas que se acercaban a beber agua en los pequeños saltos.

Ismael señalando la dirección hacia la que desviarse para ver la desembocadura del río Penilla.
Desembocadura del río Penilla ¿ves el rebaño?

Retomamos el sendero y, a partir de aquí, la belleza del paisaje nos deja sin palabras.

La senda transcurre paralela al acantilado, sobre las altísimas paredes verticales del estrecho; de vez en cuando, alcanzamos a ver ahí abajo el cauce del Alfambra, junto al que hace poco caminábamos.

El sendero transcurre por la parte alta del estrecho

De repente, nos encontramos ante una nueva hoz, la que se encuentra bajo la Peña la Asnada, nuestro objetivo de hoy. Lo que tenemos ante nuestros ojos nos deja sin palabras: es un paisaje absolutamente asombroso, nos envuelve un sobrecogedor silencio y los buitres comienzan a alzar el vuelo desde las cumbres, muy cerca de nuestras cabezas.

Divisamos la Peña la Asnada y por donde sigue el sendero y confesamos que nos da un poco de respeto. Llegar bajo ella supone recorrer 300 m. de camino muy estrecho y un poco inclinado, sobre un acantilado con 40 m. de caída, sin ningún elemento de agarre, con tramos de piedra suelta, incluso alguno que se desprendía al pisar…

Hoz de la Peña la Asnada

Sin duda es la parte más complicada. Nosotros estuvimos valorando si lo recorríamos o no y finalmente decidimos hacerlo extremando la atención a cada paso.

Si no lo ves claro, no pasa nada, te puedes sentar un rato a observar el paisaje y emprender el regreso, de hecho estamos a punto de terminar el recorrido que nos habíamos marcado hoy.

Si decides hacerlo, adelante, con precaución y a disfrutarlo, porque es una auténtica pasada.

Características del sendero
¿Ves a Ismael?

Avanzando poco a poco, llegamos bajo la Peña la Asnada, un monte muy conocido en Camarillas que tiene su propia leyenda.

Un pastor subió con su burro a la Peña la Asnada con la intención de escarzar el nido de águilas que allí criaban. Dejó el burro en lo alto del peñasco comiendo hierbas. Se ató con el cabo de una soga a la cintura y, como no había ninguna mata, ató el otro cabo al burro. Comenzó entonces a descolgarse. El peso del pastor hizo que acabase arrastrando al burro, cayendo los dos al fondo del precipicio. Los dos se mataron.

Al tardar en volver a casa el pastor, su mujer empezó a preocuparse. Sabedora ella de la intención de su marido, se acercó a la Peña. Al asomarse por el acantilado observó consternada que tanto su marido como el burro yacían muertos en el fondo de la hoz. De pura rabia le dio un puntapié a la albarda que allí encontró mientras decía: «La Peña la Asnada, donde va el burro va la albarda»… con tan mala suerte que ésta se le enredó entre sus sayas y fue arrastrada por la misma en su caída por el precipicio.

Debajo de la peña, junto al río hay tres montones de piedras. Se dice en Camarillas que es en recuerdo de este hecho. Y por eso se conserva ese dicho.

www.parquechopocabecero.com

Alcanzamos la zona del saliente rocoso que hay al final de la hoz y, desde aquí tenemos una extraordinaria perspectiva de la Peña, del vertiginoso sendero que acabamos de recorrer y la eterna hilera de chopos cabeceros.

Peña la Asnada y sendero

Si seguimos, vemos como el camino desciende de nuevo por la ladera y el valle se abre, más adelante llegaremos al arco natural de roca, fin de la primera parte que recorrimos el día anterior.

Nosotros no vamos a continuar, hemos llegado al punto que nos habíamos marcado como objetivo en esta segunda parte de la etapa entre Aguilar del Alfambra y Galve, no lo hemos recorrido todo (nos ha faltado muy poco), pero sí lo suficiente para ver la esencia de este sendero y desear contártelo todo.

Zona por donde continúa el GR 199

Galve y Aguilar del Alfambra, los pueblos de la ruta

No podemos terminar el artículo sin mencionar los dos pueblos de los que partimos en nuestras etapas en ruta, los dos merecen que les dediquemos un paseo.

Qué ver en Galve

Puente medieval de Galve

Galve es un pueblo con un gran valor paisajístico, geológico y paleontológico.

A nivel arquitectónico destacan la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, con un impresionante retablo barroco, la Casa Consistorial y el puente medieval sobre el río Alfambra.

Galve es un municipio de gran importancia paleontológica. Si quieres conocerlo, la creación del denominado Parque Paleontológico te lo pone fácil.

Son visitables las reproducciones a tamaño real de varios dinosaurios en la orilla del río Alfambra; el Museo Paleontológico, en el centro del pueblo, con fósiles originales y reconstrucciones; la sede de Dinópolis «Legendark» y dos yacimientos de icnitas de dinosaurios: Las Cerradicas (junto a la carretera de acceso al pueblo) y Los corrales del Pelejón (tras recorrer 4,5 km por pista de tierra)

Parque Paleontológico de Galve
Yacimiento de icnitas de Las Cerradicas, Galve

Qué ver en Aguilar del Alfambra

Casa Muñoz, Aguilar del Alfambra

El pueblo se extiende en la ladera de un cerro junto a la vega del río Alfambra.

Paseando por sus calles nos encontramos ejemplos de arquitectura popular, casas de gran tamaño, como Casa Muñoz (siglo XVIII). En lo alto, está la Iglesia Parroquial de San pedro Apóstol.

En sus inmediaciones, la Ermita de la Virgen de la Peña y la del Santo Cristo.

Si quieres hacer una ruta por alguno de los pueblos de la zona, puedes visitar Excursión por cuatro pueblos del Parque Cultural del Chopo Cabecero

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