
El Salt es uno de los entornos naturales más hermosos del Matarraña, una cascada de 20 metros en el río Tastavins que cae sobre una poza en la que está permitido el baño, sin duda una de las piscinas naturales más bonitas de Aragón.
El Salt de la Portellada no está escondido, no es secreto ni es perfecto, no seremos nosotros quien caigamos en esas modas que tan poco nos gustan. El Salt es lo que es, un paraje natural precioso, cambiante, vivo y que merece todo nuestro respeto. Hoy te contamos cómo llegar a él, disfrutarlo y cuidarlo.
- Cómo llegar al Salt de la Portellada
- Qué hacer en el Salt de la Portellada
- La Portellada y pueblos cercanos del Matarraña
Cómo llegar al Salt de la Portellada

A pesar de lo famoso que es, cuando vinimos por primera vez, buscamos cómo llegar en webs oficiales de turismo y blogs y, a pesar de ello, no lo tuvimos claro del todo.
Para llegar desde Valderrobres, hay que tomar la carretera A-231 dirección Valjunquera / Alcañiz. A unos 5 km verás un desvío a la izquierda dirección La Portellada. Se trata de la carretera TE-V-3004 que lleva hasta el pueblo de La Portellada, a partir de aquí tendrás que estar atento para no saltarte el desvío.
Cuando hayas circulado unos 2 km, a la izquierda está el desvío a la pista de tierra que te lleva al Salt. Está señalizado con un cartel en el que pone «Parking exclusivo El Salt 2 km», pero el cartel está ya dentro del propio desvío, con lo que no tendrás previo aviso y saltárselo es fácil.
Desde que cogemos este desvío, aún hay que circular 2 kilómetros más por una pista de tierra que es transitable, pero tiene su complicación: es muy estrecha y en pendiente en algunos tramos, requiere ir despacio y prestando mucha atención. En mi opinión, por su estrechez, no es apta para autocaravanas, furgonetas o vehículos voluminosos.
El parking está justo al lado del paraje del Salt y se aparca en los laterales de la pista.

⚠️ Nosotros visitamos el Salt un día de mayo entre semana y no había ningún tipo de regulación de aparcamiento, pero hemos leído que, desde hace unos años, el Ayuntamiento de La Portellada controla el acceso al parking los meses de verano y cobra 3 € por vehículo.
Según el ayuntamiento de la Portellada, el parking tiene capacidad para 35 coches, pero yo tuve la sensación de que era más pequeño. No sé si en épocas de mucha afluencia se hace aparcar algo más lejos del Salt. En cualquier caso, imagino que los días de verano, sobre todo fines de semana, se llenará muy pronto.
Qué hacer en el Salt de la Portellada

Junto a la pista que te lleva al Salt verás campos de olivos y almendros, en terrazas. Las laderas más pendientes están pobladas de pinos dispersos. Junto al río se desarrollan sauces y chopos.
Al llegar, nos encontramos en la parte superior del Salt, conforme nos acercamos, nos llaman la atención las curiosas formas con las que la erosión del agua y el paso de los años han moldeado las rocas en esta parte. Es posible saltar entre ellas con mucha precaución y acercarse con prudencia a varios metros del salto de agua.

Es posible también recorrer la senda que transcurre a nuestra izquierda y que nos lleva a un pequeño mirador que nos da una imagen frontal y cenital del Salt.
De regreso a la parte superior y, tras saltar el cauce del río, al fondo parte un caminito que nos llevará al pie del Salt, junto a la poza.
La gran poza se ha creado favorecida por la sobre excavación de las aguas en materiales detríticos menos consistentes y, cuando el Salt lleva abundante agua, nos permite nadar hasta llegar bajo la cascada y recibir el agua, un espectáculo.

Si no nos apetece el baño, podemos saltar de roca en roca hasta la base de la cascada, el premio es una «ducha» más o menos intensa según lo que nos acerquemos.

El caudal del Salt depende de las lluvias, durante las sequías puede que el salto de agua desaparezca. En mi opinión, el lugar es igualmente bonito, pero merece la pena estar atento a las lluvias en los días previos en la zona.
La primavera es la época ideal para hacerlo. Si me aceptas un consejo, trata de visitarlo más allá de los meses de verano y fines de semana, el Salt es tan bonito y tan frágil que merece que le tengamos consideración y no lo abarrotemos. Como se suele decir, hay más días que longanizas y lugares tan famosos como este merecen nuestro respeto.
La Portellada y pueblos cercanos del Matarraña

Sin duda, si se dispone de tiempo, es recomendable acercarse al pueblo. La Portellada conserva un hermoso casco urbano.


El Matarraña destaca por sus hermosos pueblos, entre los más cercanos Valderrobres, La Fresneda, Fórnoles, Ráfales o Fuentespalda.
Si además quieres descubrir un pueblo mágico del Matarraña que te encantará, puedes pasarte por este artículo de nuestro blog Qué ver en Peñarroya de Tastavins