El Chorredero de las Parras de Martín. Martín del Río y ruta al Hocino del Pajazo y el Hocino de las Palomas
Hoy nos vamos al corazón de las Cuencas Mineras en busca de los hermosos parajes que el río Parras ha creado, unos espacios que casi es imperdonable no conocer si vives en Aragón, tanto por su belleza, como por lo fácil que es llegar hasta ellos. Lo recorreremos todo en un día y es una ruta que se puede hacer con niños porque estoy segura de que que van a disfrutar tanto como nosotros.
El Chorredero de Las Parras de Martín
Para abrir boca vamos a empezar conociendo el Chorredero, un exuberante paraje con una bellísima cascada. Para ello, llegamos con el coche hasta Las Parras de Martín, un barrio rural de Utrillas situado entre barrancos, con abundantes manantiales que dan verdor al valle y que contrasta con los grisáceos roquedos.
Ya sabes que me encantan los pueblos y callejear por Las Parras de Martín es casi obligado, lo haremos en algún momento. Por ahora, no nos bajamos del coche y nos dirigimos a la salida de Las Parras hacia Cervera del Rincón, pasando junto a los paneles informativos y tomando una tranquila carretera. Transcurrido más o menos 1 km veremos a la derecha unos corrales de piedra, donde dejamos el coche. Justo al otro lado de la carretera está la senda que remonta el arroyo entre chopos y que, en cinco minutos, nos lleva al Chorredero, considerado uno de los puntos de nacimiento del río Martín.
El sonido del agua nos anuncia que estamos llegando y, al hacerlo, descubrimos una cascada preciosa, no sólo en sí misma, sino por todo el entorno que la rodea, con el agua cayendo entre enormes rocas plagadas de musgo y hiedra. Como siempre advierto, la estación del año en que visitemos estos lugares puede cambiar considerablemente su aspecto, yo prefiero el invierno o la primavera para estas rutas que transcurren junto a un río, es entonces cuando están espectaculares.
Nuestra aventura en el Chorredero no termina contemplando la cascada, a su izquierda verás un pequeño camino que sube serpenteando hasta alcanzar el cerro. En el ascenso, vamos a ir encontrando varias cosas interesantes.
La primera de ellas es una cueva, conocida como la Cueva de las Brujas, que no deja de ser un aprisco ganadero, pero que con un poco de imaginación, más si vais con niños, se puede convertir en una pequeña aventura.
Abre bien los ojos porque hay más sorpresas, aunque están un poco escondidas. Localiza un pequeño canalillo tallado en la roca (os lo muestro en una de las fotos siguientes) y síguelo, otras cuevas y túneles aparecerán y llegarás a un balcón natural desde el que podrás contemplar la cascada desde arriba.
El ascenso termina en el cerro, donde encontramos el poste que indica que estamos en el kilómetro 0 del GR 262 Río Martín uno de los más espectaculares senderos de los que tenemos en Aragón, al menos en mi opinión.
Homologado como Sendero Turístico de Aragón, el GR 262 es un sendero que sigue el curso del río Martín, desde su nacimiento en El Chorredero, en las Parras de Martín (Sierra de Sant Just), hasta cerca de su desembocadura en el Ebro. Dividido en 9 etapas, se prolonga durante casi 100 kilómetros y nos permite descubrir interesantes formaciones kársticas y rincones fluviales de enorme belleza, gestados con la influencia del clima mediterráneo. Parte de su recorrido está incluido en el Itinerario Cultural Europeo Caminos del Arte Rupestre Prehistórico (CARP), gracias a las pinturas rupestres prehistóricas junto a las que discurre, declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Una opción muy interesante sería realizar, partiendo de este kilómetro 0, la primera etapa del GR 262, El Chorredero – Las Parras de Martín – Martín del Río unos 12 kilómetros que también te llevarán a los hocinos que vamos a visitar a continuación. Nosotros lo haremos partiendo de otro punto, pero esta posibilidad es igualmente factible y recomendable.
El Hocino del Pajazo
Lo que yo te propongo es llegar a los hocinos desde Martín del Río, bordeando el Embalse de las Parras, inaugurado en 2014. Para ello, cogemos de nuevo el coche y llegamos a Martín del Río en unos 20 minutos. Sin dejar la carretera, cruzamos todo el pueblo y es literalmente al final, es decir, justo tras las últimas casas, cuando a la izquierda parte un camino de tierra que es el que debemos seguir con el coche.
Un poco más adelante, encontraremos una bifurcación con unos postes indicativos. El camino de la derecha lleva al Hocino de la Rambla por el PR-TE 96. Nosotros seguiremos por el camino de la izquierda, el GR 262, siguiendo la indicación que marca «Hocinos» y que ya nos da una pista de lo que nos queda para llegar a ellos: 4,2 km o 1 hora y 10 minutos.
Justo cuando llegamos junto a la presa del embalse, unos carteles indican que no podemos seguir con el coche así que toca aparcarlo aquí y empezar a andar, que ya apetece. El primer tramo discurre bordeando el embalse por su derecha, por un camino llano y agradable que sólo se puede hacer un poco pesado si vas en verano, al carecer de sombra. Tenemos nuestro objetivo a la vista, la entrada a los hocinos se vislumbra al fondo.
Esta ruta es perfecta para hacer con niños. No es muy larga y, sin embargo, lo que nos espera a partir de ahora es tremendamente entretenido y bonito. Como dijo en un programa de Chino-Chano mi admirado Mariano Navascués, «los niños no se cansan, los niños sólo se aburren» y aquí no va a haber nada de eso.
Si queréis hacer un pequeño alto en el camino, a mitad de recorrido, en apenas unos pasos podéis llegar hasta la Necrópolis de El Pajazo, con unas tumbas antropomorfas excavadas en la roca, y los restos de un abejar con las señales del humo que se utilizaba para hacer la recogida de la miel.
Recorrer el tramo de pista junto al pantano desde donde dejamos el coche hasta el inicio de los hocinos nos ha llevado 20 minutos de caminata apta para todos. Un cartel indica que en tan sólo 10 minutos estaremos inmersos en los hocinos, tramos encañonados de río que vamos a poder admirar o incluso recorrer por su interior.
El río las Parras atraviesa los plegamientos de la Sierra de San Just, abriéndose pasillo en forma de escarpadas hoces, en busca del Valle del Martín, donde desemboca. Estos hocinos constituyen parajes intrincados de gran espectacularidad en los que se fusionan el agua, la roca y la vegetación.
El primero de ellos es El Hocino del Pajazo que admiramos desde arriba gracias a un mirador. El agua sale a valle abierto en forma de cascada de 14 metros de altura.
El Hocino de las Palomas
Tan sólo unos 10 minutos nos separan de la entrada al Hocino de las Palomas. Llegaremos caminando junto al río por un sendero tremendamente entretenido. Cruzaremos algún puente y saltaremos sobre unas pocas plataformas metálicas clavadas en la roca, todo ello sin mucha dificultad.
Siguiendo el camino, llegaremos a un estrecho pasillo entre depósitos de toba, al atravesarlo te sientes como los niños de las Crónicas de Narnia cuando entraban en el armario, un lugar encantado se abre ante tus ojos. Las pasarelas de madera te permiten caminar junto al río y entre enormes paredes de piedra. Al fondo, la roca se rompe en forma de cueva y las aguas del río Parras caen en cascada. Estamos en el Hocino de las Palomas y esto no es una película, esto es Aragón.
Sólo nos queda regresar por donde hemos venido. Recuerda que, si deseas alargar un poco la caminata, puedes continuar hasta la población de las Parras de Martín, el paisaje merece la pena.
¿Conoces este lugar tan espectacular? Si me has leído y te han entrado ganas de conocerlo o quieres hacerme alguna sugerencia puedes hacerlo en los comentarios.
| DISTANCIAS HASTA EL INICIO DE LA RUTA | |
|---|---|
| Zaragoza | 120 km |
| Huesca | 194 km |
| Teruel | 63 km |
