Miradores, playas, centros de interpretación y pueblos. Incluye mapa

El Parque Natural del delta del Ebro es uno de esos paraísos a los que nos gusta escapar de vez en cuando, un espacio natural protegido situado en la desembocadura del río Ebro que constituye uno de los humedales más importantes de Europa.
El río Ebro es el eje vertebrador de la vida, aquí recorre los últimos 30 km de su curso por un terreno completamente llano hasta llegar al mar y divide el terreno en dos partes, el hemidelta norte y el hemidelta sur.
En el Delta del Ebro puedes observar aves, hacer senderismo o recorrerlo en bicicleta, surcar la desembocadura en un barco, visitar sus museos para profundizar en el peculiar mundo del Delta, disfrutar de alguna de las playas más increíbles de España y, como no, probar su gastronomía rica, diversa y sabrosa.
Aunque sabemos que en un artículo es imposible recoger la grandeza de este espacio natural y todos los lugares interesantes que alberga, si estás planeando conocer el Delta del Ebro y descubrir su singularidad, esta entrada te va a ayudar.
Todos los lugares que recogemos es posible verlos con mucha calma en un fin de semana largo, de dos o tres días, todo dependerá de tu ritmo. Al final del artículo, hay un mapa con la localización de los lugares que se mencionan.
- Poble Nou del Delta
- Laguna de l´Encanyissada
- La Casa de Fusta
- Playa del Trabucador
- Laguna de la Tancada
- Deltebre y Lo Passador
- Ecomuseo del Parque Natural del Delta del Ebro
- Desembocadura del Ebro
- Playa de Riumar
- Faro y playa del Fangar
- Mapa con localizaciones
1. Poble Nou del Delta

En una zona donde los pueblos no son especialmente bonitos, Poble Nou del Delta destaca con nota.
Nos enamoramos de esta pequeña población hace años cuando vinimos por primera vez y, aunque ahora es mucho más famosa y, por ello, está mucho más concurrida, nos sigue pareciendo muy bonita, interesante y un imprescindible en la visita al Delta.
La ponemos en el primer lugar de la lista porque es la zona que escogemos siempre para alojarnos en nuestras visitas al Delta y será el punto de partida de todos los lugares que visitaremos y que aparecen en la lista. La oferta de alojamientos es grande, incluso tiene Albergue Juvenil con buenos precios, puedes consultarlo en el enlace.
Poble Nou es una pequeña población de menos de 200 habitantes con casas blancas de poca altura, calles rectas adornadas con flores y palmeras y rodeado de campos de arroz. Hoy en día está dedicado al turismo, con una gran oferta de alojamientos y restaurantes de calidad.

Las casas tienen una o dos plantas, con un patio interior y se encuentran rodeando la iglesia, con su alto campanario que, dado lo llano del terreno, es visible desde distintos puntos del Delta.
Una de las cosas que más me fascina de Poble Nou es su historia, su origen como pueblo de colonización; Poble Nou del Delta nació tras la Guerra Civil española con la intención de acoger colonos que trabajaran las tierras dedicadas al cultivo del arroz, la recolección de sal y la pesca.

Acabada la guerra, había que reconstruir España, fijar población en el mundo rural, ya que las ciudades arrasadas por la contienda, no estaban para asumir esa carga. Los pueblos de colonización tienen su origen en la política agraria franquista. El Estado construía las casa de los colonos y los edificios comunes como cooperativa, iglesia, escuelas, ayuntamiento, etc. Se entregaba a cada colono una porción de tierra para trabajar y una vivienda, que debía pagar durante 30 años con el producto de su trabajo.
A pesar de lo rancio del régimen, los planteamientos arquitectónicos de estos pueblos tuvieron un punto de innovación arquitectónica, siendo diseñados por arquitectos muy jóvenes quienes en muchos casos combinaron los materiales constructivos tradicionales de cada zona con una moderna arquitectura al servicio de las personas que los habitaban.
Poble Nou del delta en origen se llamó Villafranco del Delta. En 1952 se iniciaron las instalaciones de alcantarillado y caminos, los edificios estuvieron terminados en 1957 y fueron distribuidos entre 97 familias.
La historia que acompaña su origen, su tranquilidad, al margen de los fines de semana y fechas señaladas, lo cuidado que está, su ubicación y lo bien que se come en sus restaurantes, hacen que siga siendo uno de nuestros pueblos favoritos.

2. Laguna de l´Encanyissada

Las lagunas del Delta son balsas litorales conectadas directamente con el mar y rodeadas por los arrozales, a causa de su conexión por un lado con la red de aguas del ciclo productivo del arroz y por otro con el mar, tienen marcadas oscilaciones en el nivel salino y en la profundidad media del agua.
Disfrutar de la biodiversidad que atesoran es sin duda otra de las cosas que hacer en el Delta del Ebro y, para ello, a lo largo del parque encontramos numerosos miradores elevados sobre el nivel del agua y otros al mismo nivel para poder observar más de cerca a estos animales.

En los márgenes de las lagunas encontramos carrizos y eneas, los lirios y los juncos crecen parcialmente cubiertos de agua, los macrófitos enraízan en las zonas más profundas formando prados sumergidos que constituyen la base de la pirámide alimentaria de estos ecosistemas.
Las lagunas son también durante todo el año un escaparate de la fauna del Delta. En invierno una gran concentración de patos, fochas, cormoranes y flamencos se complementan en primavera y verano con colonias de cría de garzas y fumareles.
En cuanto a peces, abundan las lubinas, doradas, anguilas, lenguados y carpas que en invierno son capturados por los pescadores de la Cofradía de San Pere, los cuales tienen la concesión de la pesca de las lagunas desde el siglo XII.
Para disfrutar de este espectáculo, sólo tienes que asomarte a alguno de los miradores, te bastará con unos prismáticos y una buena cámara, si eres aficionado a la fotografía. La hora del atardecer es la mejor, cuando las aves se concentran en las lagunas y la luz es mágica.
La Encanyissada es la laguna más extensa del Delta, es la más cercana a Poble Nou del Delta y cuenta con cuatro miradores.
El Mirador del Puente del Través está muy cerca de Poble Nou del Delta, puedes incluso llegar dando un paseo. En nuestro último viaje se convirtió en nuestro mirador favorito gracias al espectáculo de vuelo que nos ofreció un charrán, las artes de pesca de una garceta común, la visita de un cormorán, varios flamencos volando sobre nuestras cabezas y alguna que otra ave que no supimos reconocer.





Siguiendo la carretera te puedes acercar también al siguiente mirador, situado frete a la Casa de Fusta, llamado Mirador Encanyissada.
3. La Casa de Fusta

La Casa de Fusta es uno de los dos centros de interpretación que tiene el propio Parque Natural. En la actualidad acoge una exposición permanente sobre las lagunas del Delta.
El acceso se hace por una barraca que es donde se compra la entrada y te dan información para la visita. Este edificio es también la agrotienda, donde se pueden comprar muchos productos del Delta y de las Terres de l`Ebre. Nosotros aprovechamos para llevarnos arroz.
El precio de la entrada es de 2,50 €, pero adquirimos una entrada conjunta con el Ecomuseo, el otro centro de interpretación del Parque que también visitaremos. El precio de la entrada conjunta es de 4 € por persona, con lo que ahorramos 1€ por persona.
Si tienes alguna duda sobre el horario en las fechas de tu visita, puedes consultarlo en 📧 pndeltaebre@gencat.cat o 📞 977 26 10 22

Leyendo sus paneles entendemos cómo se formaron las lagunas y qué extensión ocupaban antes de la colonización agrícola del Delta, cuál es su estado actual, la estrecha relación con los arrozales, la fauna y la vegetación que las habita y el aprovechamiento humano tradicional.

Nos llamaron la atención unas vitrinas con aves disecadas entre las que están la más habituales del Delta, aunque hoy nos parece un elemento un poco extraño, lo cierto es que nos ayudaron a identificar varios de los pájaros que vimos estos días.
En cuanto al edificio, sorprende encontrar una casa de madera de estas características en medio del Delta y es que la este edificio, en su origen, tenía una función muy diferente a la actual.
En 1926, tres señores ricos de Barcelona y aficionados a la caza, atraídos por la cantidad de aves de la zona, consiguieron una concesión de 10 años para cazar. La necesidad de tener un lugar donde quedarse cuando venían hizo que encargaran la construcción de este refugio desmontable de madera que compraron en Canadá por 350.000 pesetas, una cifra considerable para la época.
Finalmente la concesión se prolongó hasta 1966 y durante la Guerra Civil sirvió de refugio a la población, lo que favoreció su conservación. En 1978, paso a ser propiedad del Estado y posteriormente, con el traspaso de competencias a la Generalitat se convirtió en museo, con la exposición actual inaugurada en 1999.

Al lado, hay un restaurante llamado La Casa de la Fusta. Nosotros sólo tomamos un café, por lo que no puedo opinar sobre la calidad de la comida, pero es una buena opción si te pilla por aquí a la hora de comer.
4. Playa del Trabucador
¿ Cómo no vamos a estar enamorados del Delta si aquí se encuentran algunas de las playas más maravillosas del Mediterráneo? entre ellas está la Playa del Trabucador.

La Playa de Trabucador es una barra o istmo de arena que conecta el Delta del Ebro con la Punta de la Banya, más al sur.
Se trata de una playa salvaje que te sitúa entre dos mares, por un lado una playa exterior que da a mar abierto y, por otro, una playa interior, hacia la Bahía de los Alfaques. Las aguas de dentro de la bahía están en calma y tienen poca profundidad, por lo que son ideales para el baño familiar.


En esta playa se practican deportes acuáticos como el kitesurf, paddle surf o windsurf.
Es, además, el lugar donde verás los mejores atardeceres. En el muelle del Trabucador hay una pasarela artificial de madera que se adentra en la bahía y permite ver espectaculares puestas de sol con vistas a las montañas de la población de San Carlos de la Rápita.
El recorrido por el apéndice de arena se puede realizar en vehículo sólo un tramo de 2km, el resto de los 6,5 km que hay hasta la Punta de la Banya se pueden hacer en bicicleta o a pie.
En el mapa te dejo señalizada la zona de Parking cercana a la pasarela de madera, también puedes aparcar en toda la zona de circulación de vehículos junto al camino, pero no está permitido meterse con el coche en la arena, además, si lo haces, corres el riesgo de quedar atascado.

Junto a la pasarela de arena hay un bar con terraza, personalmente nos gustaba más cuando aquí no había chiringuito, porque en nuestra opinión altera la tranquilidad del lugar.


5. Laguna de la Tancada
La Tancada es otra de las lagunas que consideramos imprescindible observar desde alguno de sus miradores ¿la razón? es la que cuenta con más densidad de flamencos.

Uno de los miradores es el Observatorio de la Tancada, que tiene un pequeño parking al lado para estacionar el vehículo. Siempre hemos tenido la suerte de ver flamencos desde aquí, así que te lo recomendamos absolutamente.

Los flamencos son una de las aves más increíbles que tendrás oportunidad de ver en el Delta del Ebro, nos fascina el color rosa de sus plumas, su forma elegante de caminar, su considerable tamaño, la forma de su pico,… otra de las maravillas que se ven en este pequeño lugar del mundo


Aunque en nuestra opinión tiene peores vistas, te puedes acercar también al Mirador de la Tancada. Merece la pena porque junto a él hay una barraca tradicional de lo más fotogénica.


Junto a la Tancada se encuentra Món Natura Delta de l´Ebre, un centro de naturaleza privado que ofrece muchísimas actividades pensadas para entender y disfrutar de la magia del Delta. La sal, la pesca tradicional y la observación de aves son los tres grandes hilos conductores de sus propuestas.
Aunque de momento no hemos disfrutado de ninguna de sus actividades, quiero nombrarlo aquí porque tiene una pinta estupenda, sobre todo para un público familiar (aunque no exclusivamente), y muy buenas opiniones de la gente que ha participado.
Cerca de la Tancada está la urbanización Eucaliptus y un popular camping del mismo nombre. Se sitúan junto a otra de las playas más tranquilas y bonitas del Delta del Ebro, la Playa de Eucaliptus.
Entre el camping y la playa hay zona de aparcamiento.

6. Deltebre y Lo Passador

Todos los lugares que hemos nombrado hasta ahora se sitúan en el hemidelta sur, pero ha llegado el momento de cruzar el Ebro para conocer la otra mitad del territorio, lo hacemos atravesando El Pasador.
El Pasador (Lo Passador en catalán) es un puente que conecta los dos municipios ubicados en el centro del Delta, Sant Jaume d’Enveja y Deltebre, uniendo además sus dos comarcas: el Montsià y el Baix Ebre.
Desde que se inauguró en 2010, se ha convertido en el nexo de unión más importante del territorio y en el emblema en la vida del Delta. Además de un puente, es y un lugar por el que pasear al caer la tarde, admirar las puestas y las salidas de sol o ver pasar la corriente desde su punto más alto.
Además de los dos carriles para la circulación, los peatones y las bicicletas tienen un espacio muy amplio para cruzarlo de una forma agradable y segura, disponiendo de unas vistas magníficas, algunos paneles explicativos y algunos bancos para descansar.
Entre las casas de Sant Jaume de Enveja y Deltebre sólo hay 500 m, pero los más de 200 m de ancho del río Ebro siempre han supuesto una barrera, que durante muchos siglos sólo podía superarse con distintos tipos de embarcaciones.
Su nombre es un homenaje al antiguo oficio del pasador, los transbordadores de pago que permitían cruzar a la otra orilla. A lo largo del Delta había más de cinco, hacían hasta ocho viajes en una hora y cargaban diferentes tipos de vehículos, maquinarias para trabajar el arroz, pero sobre todo transportaban personas.
Deltebre no es una localidad especialmente bonita, pero sí cuenta con un montón de servicios, tiendas y lo que puedas necesitar si pasas unos días en la zona, además, es el lugar donde está nuestra siguiente recomendación, el Ecomuseo.
7. Ecomuseo del Parque Natural del Delta del Ebro

Este museo es otro de los lugares que debes visitar si lo que quieres es comprender el territorio del Delta. El recinto es bastante grande y cuenta con distintos ámbitos, parte de ellos al aire libre, recorrerlos te ayuda a interpretar la realidad compleja del Delta del Ebro, donde la presencia humana y sus actividades económicas coexisten con los espacios naturales protegidos por sus importantes valores naturales.
La visita comienza en la masía, construcción típica, donde está el centro de información, sala de proyecciones y tienda. En el piso superior se ubica la exposición permanente y sirve de introducción para lo que vamos a ver.
En el exterior continua el itinerario, donde encontramos representadas tanto las zonas humanizadas del Delta como los sistemas no alterados, los paneles informativos ayudan a comprender lo que vemos. También hay tres barracas típicas que contienen elementos representativos de actividades como la pesca, el cultivo del arroz, la tercera reproduce un observatorio de aves de las lagunas, como los que hemos estado viendo estos días.




Además, hay un acuario con bastantes peceras, donde ver en vivo las principales especies de peces y anfibios del Delta. Nuestra opinión es que hoy es necesario exhibir así a los animales y no es un contenido que nos guste.
Personalmente, lo que más nos gustó fue ver un llaüt auténtico, embarcación empleada en otra época para la navegación fluvial, que fue recuperado del fondo del río y restaurado.

El día de nuestra visita, un día entre semana, estaba lleno de grupos escolares que suponemos son los que más acuden a este museo. En nuestra opinión, su museística necesitaría una modernización, pero gran parte de sus contenidos no dejan de ser interesantes y ayudan en el propósito de conocer la realidad del Delta.
8. Desembocadura del Ebro

Otro lugar que sin duda no te puedes perder es la misma desembocadura del río Ebro. Para llegar, desde Deltebre, sólo tienes que seguir las indicaciones «Riumar-Desembocadura del río Ebro»
De camino, junto a la carretera puede que llame tu atención el Pont dels Moros, una especie de pequeño puente con aspecto de pequeño monumento formado por dos arcadas de medio punto de piedra pómez tallada y rellenadas con argamasa.
Existen varios de ellos por la zona y seguramente serían esclusas utilizadas para regular el nivel del agua de unas salinas o su salida hacia el mar para la pesca.

La desembocadura del Ebro comprende varios espacios naturales protegidos, como el Garxal, la Isla de San Antonio y la Isla de Buda.
La Isla de Buda se comenzó a formar en el siglo XVIII y, durante 200 años no dejó de crecer. A partir del año 1950, la Isla ha ido retrocediendo muy rápidamente hasta ahora. Hoy es el humedal mejor conservado de todo el Mediterráneo Peninsular.
La Isla de Buda es un espacio con acceso restringido y la única forma de visitarla es a través del turismo rural con el alojamiento privado ubicado en el interior de la Isla con una capacidad de entre 15 y 26 personas, la Masía Isla de Buda.
Alojarnos aquí es uno de nuestros sueños, de momento sólo hemos observado la Isla de Buda desde su entorno, puedes hacerlo desde el Mirador del Migjorn (os lo ubico en el mapa, se llama Mirador David Bigas), desde el Mirador del Zigurat o desde uno de los cruceros turísticos que surcan la desembocadura, como te voy a contar ahora.
Para disfrutar de la desembocadura, dejaremos aparcado nuestro coche en el parking que he indicado como «Parking para ver la desembocadura», desde aquí te puedes acercar a los barcos, a los muchos restaurantes y tiendas de souvenirs repartidas por el lugar.

Una de las actividades más populares en la desembocadura del Ebro es montar en uno de los cruceros turísticos que realizan un recorrido panorámico a lo largo de los últimos 16 km del río Ebro. Es una actividad muy recomendable, os hemos dejado el enlace a las empresas que operan en la zona.
En este último viaje, por recomendación, nuestro plan era hacerlo con Xàrter Nàutic Eli, una lancha más pequeña de las habituales en la zona (hasta 12 personas) y que encaja más con nuestros gustos, pero justo el día que fuimos la patrona no podía salir por motivos personales.
Además del parking que ya os he mencionado, hay otro más pequeño y más cerca de la desembocadura, también os dejo ubicación. Es el punto perfecto para dejar el coche y dar un paseo junto al Ebro en sus últimos metros de recorrido hasta llegar al Mirador del Zigurat.
Nosotros esta vez no alquilamos bicis, pero esta zona es también perfecta para recorrerla así por el carril bici que hay habilitado. En realidad, todo el Delta del Ebro es perfecto para disfrutar de paseos en bicicleta y, si no traes la tuya, hay muchas empresas de alquiler.

Estamos en el final del GR-99 o Camino Natural del Ebro, que recorre el río Ebro de principio a fin. Comienza en Fontibre (Cantabria), su longitud es de 1.287,32 kilómetros y atraviesa ordenadamente en 42 etapas las Comunidades Autónomas de Cantabria, Castilla y León, País Vasco, Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña, qué ¿nos animamos a hacerlo?

El paseo nos lleva junto al Mirador del Zigurat, también conocido como Torre de Babel, el lugar perfecto para disfrutar de las mejores vistas de la desembocadura.



9. Playa de Riumar
Otro de los lugares que no puedes dejar de visitar el la Playa de Riumar, sobre todo si vienes en periodo estival, porque es sin duda una de las mejores playas de la zona y la única playa del Delta que cuenta con servicios (cruz roja, chiringuitos, actividades acuáticas…)

Riumar es una urbanización con construcciones tipo chalet ubicada en un lugar privilegiado. Cuenta con un supermercado y varios restaurantes que, sobre todo, abren en verano y fechas señaladas. Muchos de ellos están en el paseo marítimo, junto a la playa, por lo que son el lugar perfecto para tomar algo con vistas al mar.
La playa del Riumar, además de ser inmensa y perfecta para el baño, es considerada otro de los espacios naturales más representativos del Parque Natural Del Delta del Ebro por sus enormes dunas y la variedad de flora y fauna salvaje que vive en ellas.
En la actualidad están muy protegidas gracias a la instalación de pasarelas de madera que nos permiten llegar a la playa sin caminar por ellas y destrozarlas, un acierto.

Al final de la playa de Riumar, podemos encontrar un mirador, ideal para contemplar las magníficas vistas hacia la Laguna del Garxal o la Playa del Garxal (situadas al sur de la playa de Riumar).


10. Faro y playa del Fangar

Comenzábamos nuestro relato en el sur del Delta y, para terminar, nos vamos a conocer el extremo norte, la Punta del Fangar.
La Punta del Fangar es una península de 7 km de longitud y unos 3 km de ancho en medio del mar. Un estrecho desierto de arena al que sólo se puede acceder caminando.
Si hay en el Delta un lugar bonito donde hacer senderismo, es este. Vamos a recorrer los algo menos de 4 km y medio que nos separan del faro del Fangar, uno de los lugares más icónicos del Parque.
Junto a la Playa de la Marquesa hay un parking con capacidad para unos 100 coches, es de pago (hay un parquímetro) desde el 1 de julio al 15 de septiembre. Nosotros aparcamos de forma gratuita junto al Restaurante Vascos porque fuimos entre semana un día de mayo y apenas había gente, pero hay muy pocas plazas.


Desde aquí, simplemente hay que caminar por la playa dirección al faro, entre el agua y las dunas, que quedan a nuestra izquierda, las mejor conservadas del litoral catalán.
No está permitido pisar las dunas, además, estamos en una zona de nidificación de charranes y gaviotas, por lo que tampoco podemos acceder a la zona de cría.
El paseo es maravilloso, caminamos descalzos con las olas mojando nuestros pies, estamos en mayo y la temperatura es suave, lo único que nos molesta es el fuerte viento que sopla hoy, muy habitual por aquí.
Si recorres la zona un día de calor, puedes ver espejismos, tener la sensación de ver agua y el fondo borroso, por ello es también conocida como la Playa de los Espejismos. En cualquier caso, recomendamos evitar días muy calurosos e ir siempre convenientemente protegidos.
Una vez llegamos junto al faro, nos maravilla su altura, unos 20 m, y su vistoso aspecto con sus colores rojo y blanco en medio de un paisaje desértico. Este faro se construyó en 1972.
Sólo nos queda regresar siguiendo de nuevo la orilla. El paseo es fácil, pero hay que tener en cuenta que en entre ida y vuelta recorremos 8,4 km (unas 2 horas y 15 minutos de caminata aproximadamente)

El Delta del Ebro y lo que se puede hacer aquí es inabarcable y no hay listas que recojan todo lo que ofrece. En mi opinión, es también uno de los lugares en los que resulta más difícil organizar un recorrido, porque hasta que no estás aquí no comprendes sus características; por ello, creo que esta lista y la ubicación de todos los lugares en el mapa te va a ayudar mucho, sobre todo si es la primera vez que vienes.
Dicho esto, estoy segura de que después construirás tu propio viaje, lo maravilloso del Delta es que te sorprende constantemente. Desde luego, no sólo se trata de ir de lugar en lugar, el placer también está en los recorridos por sus carreteras estrechas, infinitas y rodeadas de agua.

Entre estos 10 lugares que te recomiendo, nosotros hemos hecho mil paradas, a veces para ver flamencos volando sobre nuestras cabezas, otras para fotografiar una vieja casa entre arrozales, cada día para admirar su atardecer.

Si este artículo te ha ayudado y has vivido tu propio viaje por el Delta, déjame un comentario más abajo.
