QUÉ VER EN VALDEGOVÍA EN UN FIN DE SEMANA, UN RECORRIDO POR SU PATRIMONIO HISTÓRICO-ARTÍSTICO

Valdegovía es un extenso municipio de la provincia de Álava compuesto por 30 pequeñas aldeas. Es un valle situado en el extremo occidental de Álava y próximo a Burgos, de hecho, parte de este territorio pertenece a esta provincia castellanoleonesa.

Valpuesta, provincia de Burgos y perteneciente a Valdegovía

Valdegovía es un lugar de paisajes espectaculares, con bosques, ríos, arroyos y fuentes, como el Parque Natural de Valderejo. Pero también atesora un rico patrimonio histórico-artístico con iglesias, torres palacio, cuevas artificiales, monasterios, santuarios y vestigios de asentamientos humanos que se remontan al Neolítico, de ahí la denominación del término Valdegovía, “valle de cuevas”.

El Valle de Valdegobía presume desde 2021 de ser el primer rincón de Euskadi en formar parte de la red de Pueblos Mágicos de España. Si buscas aventuras y experiencias para no olvidar, aquí te esperan con los brazos abiertos y dispuestos a mostrarte un paisaje poco conocido y realmente mágico.

Te recomiendo comenzar visitando la Oficina de Turismo, no importa si has buscado información previamente o tienes más o menos claro lo que quieres ver, su aportación será enriquecedora. Se encuentra en Villanueva de Valdegovía, el pueblo más grande del valle.

En la actualidad, estos son sus horarios, pero siempre es recomendable actualizar esta información días antes de tu visita por si ha habido algún cambio, puedes hacerlo en su web valdegovia.com, escribiendo un email a turismo@valdegovia.com o en su contestador automático 945 35 30 40

Aquí te darán toda la información sobre horarios de monumentos, visitas guiadas disponibles y reservas. Te ayudarán a conocer mejor el Valle de Valdegovía y sus recursos turísticos, además de sus restaurantes y alojamientos y, lo que es mejor, lo harán con dedicación y amabilidad.

También te recomiendo seguir sus redes sociales, en su cuenta de Instagram @turismovaldegovia anuncian cada mes las visitas guiadas que organizan y a las que te puedes apuntar. Su precio es 4€ por persona. Ten en cuenta que en un territorio tan pequeño resulta imposible a veces mantener todos los monumentos abiertos, por eso van ofertando visitas en días concretos, normalmente los fines de semana. Es muy aconsejable consultarlos antes de nuestro viaje para aprovechar la oportunidad y ver el interior de alguno de sus bienes.

En la oficina de turismo, además, puedes hacerte con su pasaporte de Pueblos Mágicos o sellar una nueva casilla si ya lo tienes.

Hemos salido de Zaragoza tempranito para aprovechar el día, 2 horas y 45 minutos de coche y llegamos a la oficina de turismo. Es sábado, hemos escogido venir en fin de semana porque estamos en febrero y es temporada baja, tanto la oficina de turismo como el primer lugar que vamos a visitar sólo abren en fin de semana y teníamos claro que este no nos lo queríamos perder, la Torre Palacio de los Varona.

Conforme nos acercamos con el coche, nos impresiona su imponente presencia, destacando sobre una verde planicie. Hemos llegado al conjunto fortificado mejor conservado de Álava, un espectacular ejemplo de arquitectura militar del siglo XIV.

Su exterior nos habla de su carácter defensivo, con su barbacana almenada, sus muros con saeteras, su foso… pero este lugar es algo más que un castillo, a partir del siglo XV, se amplió para ser también un palacio en el que ha vivido la misma familia hasta nuestros días, los Varona.

Sobre el origen del apellido Varona, cuenta la leyenda que hacia el año 1080, se encontraban aquí dos hermanos y una hermana. Iban con el bando de Doña Urraca de Castilla que estaba en guerra con el rey de Aragón. La hermana se llamaba María Pérez y estaba empeñada en seguir a sus hermanos a la lucha, así que se vistió la armadura y acudió junto a ellos a defender su estandarte.

María se topó con el mismísimo Alfonso I el Batallador, luchó contra él y le hizo prisionero. Admirado el rey por tanto valor y al preguntarle por su identidad, María le contestó que no era varón, sino «varona», ostentando desde entonces la familia el apellido Varona.

Estos y otros muchos datos interesantísimos sobre el edificio los aprendimos en la visita guiada que os recomiendo absolutamente.

Horarios de visita Torre Palacio de los Varona:

Dentro de estos horarios se ofrece alguna visita guiada, en concreto en nuestro caso fue a las 13 h. por lo que es recomendable escribir o llamar días antes de la visita a la Oficina de Turismo para informarse y reservar plaza: turismo@valdegovia.com / 945 35 30 40

Una escalera de madera instalada en el interior de la torre nos permite llegar a su parte alta y asomarnos a sus ventanas, constatando su antigua función de torre vigía. Hoy, esta última planta muestra una extraordinaria colección de cerámica y antiguos arcones.

Llegando a lo alto de la Torre

Y es que uno de los aspectos que más nos maravilla de esta casa torre es que podemos ver el mobiliario, la decoración, la vajilla, las obras artísticas, la biblioteca, en definitiva los pequeños tesoros que una familia ha acumulado y guardado durante siglos.

Dormitorio

Las salas principales del palacio del conservan el mobiliario, los suelos de cerámica y la extraordinaria colección de papeles pintados que se colocaron en el siglo XIX y que, en mi opinión hacen más singular este lugar.

Papeles pintados con La gran caza del ciervo, realizados en Francia a principios del siglo XIX
Papeles pintados con La gran caza del ciervo, realizados en Francia a principios del siglo XIX

Según el historiador Carlos J. Martínez, Rodrigo Ramón Miguel Varona (1753-1830) fue el artífice de la renovación decorativa de su interior, sobre todo de la planta noble, durante los años que ostentó su mayorazgo (1816-1830), pero en el archivo de la familia no se ha encontrado documentación que lo acredite. Fue un hombre influido por el pensamiento ilustrado que tuvo importantes contactos con artistas e intelectuales de su tiempo. Buscó para la decoración de las habitaciones nobles de la torre-palacio motivos de gusto burgués y romántico, propio del eclecticismo del siglo XIX. Actualizó la decoración siguiendo la última moda francesa, al mismo tiempo que lo hacía el monarca en sus propiedades. Resulta significativo que para esta torre-palacio no se emplearan papeles nacionales confeccionados en la Real Fábrica, sino importados de las manufacturas francesas.

Escenas de la caza del ciervo ambientadas en el bosque de Compiègne (lugar de veraneo de los reyes de Francia), musas de gusto clásico que querrían reflejar las inquietudes culturales de la familia o paisajes idealizados de España, entre los que reconocemos el Peñón de Gibraltar, la Catedral de Burgos, el Castillo de Coca o el acueducto de Segovia, eso sí, de sólo un piso, son algunos de los motivos decorativos de estos maravillosos papeles pintados, todo un mundo de pequeñas ilustraciones que nos hubiéramos quedado contemplando toda la mañana.

Despacho decorado con Vistas de España, papel pintado de comienzos del siglo XIX
Detalle del papel pintado del dormitorio infantil

Formando parte del conjunto, existe una zona ajardinada (1848) con una fuente en el centro rematada por la imagen de la varona y el escudo de la familia.

Jardín del siglo XIX

No os quiero desvelar todos sus secretos, lo que sí os aseguro es que este lugar y su historia os dejará absolutamente maravillados.

Todo el conjunto fue restaurado por la Diputación Foral de Álava, es una suerte que hoy esté habilitado para su visita y no podemos desaprovechar la oportunidad.

El complejo Mariano de Nuestra Señora de Angosto se encuentra a menos de 1 kilómetro del casco urbano de Villanañe, por lo que podemos acercarnos a conocerlo al terminar la visita a la Torre y antes de ir a comer.

Si, como en nuestro caso, se acaba de celebrar misa, podrás asomarte al interior. El retablo mayor es de estilo renacentista y está presidido por la imagen de Nuestra Señora de Angosto.

El complejo de Angosto lo constituyen una serie de modernos edificios que acompañan al templo parroquial y la cueva dónde un pastor encontró la imagen de la Virgen, y que se encuentra al lado del río.

El lugar de Angosto es además un bello parque natural muy frecuentado por los habitantes del Valle, aquí se siguen realizando ferias y romerías.

Entre el conjunto y el pueblo se sitúa el Camping de Angosto, muy concurrido en verano y un excelente lugar de esparcimiento y disfrute.

En nuestro coche, nos adentramos en el valle en medio de un tremendo silencio hasta llegar a lo alto, donde se encuentra nuestro siguiente objetivo, la aldea de Tobillas y su antigua iglesia. La tranquilidad, el silencio y la calma que nos invade, sumado a la belleza del paisaje son otro de los valores que estamos comenzando a apreciar.

Esa misma tranquilidad nos acompaña al recorrer las inclinadas calles de Tobillas, entre enormes casas de piedra y antiguas fuentes, el sonido del agua y el ladrido de un perro son los únicos sonidos que nos acompañan camino de la iglesia, situada en lo alto de la aldea.

San Román de Tobillas, con más de 1200 años, está considerada como la iglesia más antigua del territorio alavés.

Se cree que fue parte de un monasterio, el primer testimonio lo aporta el abad Abito en el año 822, pero ha sufrido muchas reformas y se sigue investigando sobre sus orígenes. Lugares como este o el Monasterio de Valpuesta eran primitivos núcleos de poder cristiano, embriones de la recuperación de los territorios a los musulmanes.

Portada de la Iglesia de San Román de Tobillas, señalando el ajedrezado jaqués

Admiramos su portada y exploramos sus alrededores, zona arqueológica donde se siguen haciendo descubrimientos y que ahora está acondicionada y cuenta con señalización para llegar hasta el nevero que se sitúa detrás de la iglesia.

La Iglesia de San Román de Tobillas es uno de los monumentos que es posible visitar con guía en días determinados. Nosotros esta vez no hemos tenido suerte, pero puedes consultar disponibilidad para los días de tu visita.

Esparcidas por los pueblos de Valdegovía hay hasta 16 cuevas artificiales. Las más conocidas son las de Pinedo, Tobillas y Corro.

En estas cuevas, las comunidades eremitas decidieron vivir aisladas para dedicar su vida a la oración. Eran lugares excavados en roca caliza, de difícil acceso, donde habitaban e incluso enterraban a sus muertos.

Por consejo de Yolanda, de la oficina de turismo, decidimos visitar las de Corro por su facilidad de acceso. Se puede aparcar el coche junto a un merendero cerca de la carretera (te dejo su ubicación en el mapa) y seguir la señalización que en un breve y cómodo paseo te lleva junto a los eremitorios.

Se trata de dos cuevas artificiales próximas, Los Moros 1 y Los Moros 2, que puedes recorrer libremente y que nos parecen lugares realmente especiales.

Eremitorios de Corro
En el interior de las cuevas de Corro

Estas cuevas tuvieron diferentes usos a lo largo del tiempo. Hacia el siglo IV eran núcleos de comunidades religiosas con ideales ascéticos profundos. Fueron abandonadas hacia el siglo VIII y volvieron a utilizarse por la población civil entre los siglos IX y X, cuando llegaron a ellas poblaciones que huían de las invasiones musulmanas e hicieron de estos conjuntos lugar de enterramiento.

Los habitantes de la zona cuentan que a principios del siglo XX, un vendedor ambulante se instaló en este lugar. Modificó la cueva y habilitó una zona para almacenaje. El uso ganadero ha sido el más reciente.

Estamos en febrero y anochece pronto, pero hemos llegado a tiempo de disfrutar de las cuevas, ahora ya toca retirarse para mañana seguir conociendo Valdegovía.

Después de un merecido descanso y un buen desayuno, comenzamos un nuevo y mágico día.

Ex Colegiata de Santa María, Valpuesta 

Casi sin darnos cuenta damos el salto a otra comunidad autónoma, hemos llegado a Valpuesta, un pueblo burgalés, enclavado en el valle de Valdegovía.

Valpuesta está situada en la comarca de Las Merindades, dentro del Parque Natural de Montes Obarenes-San Zadornil .

No creo en las fronteras ni los límites territoriales, desde luego todas estas aldeas que forman el valle tienen un pasado similar en muchos aspectos, pero al llegar a Valpuesta se nos antoja que respira otro aire, más castellano efectivamente.

Y es que esta localidad está estrechamente relacionada con los orígenes de la historia de Castilla, disputándose con San Millán de la Cogolla el título de cuna del castellano ya que en su colegiata se encontraron los cartularios, en los que se muestran los rasgos primigenios de la lengua castellana.

Este lugar fue sede episcopal y en él se asentaron muchos de los primeros repobladores de la región. Durante los siglos X y XI supuso un importante hito para los peregrinos que se dirigían a Santiago y buscaban los pasos seguros por estas montañas.

Hoy es una localidad pequeñita, como todas las que estamos recorriendo, pero que en muy pocos metros reúne tres hitos artísticos que le dan un aspecto imponente: la colegiata, la Torre del Condestable y la casa-palacio de Zaldívar.

Valpuesta

La ex Colegiata de Santa María es uno de los edificios religioso más importantes del norte de Burgos. Se trata de un templo realizado en sillería, representativo de la arquitectura gótica, que cuenta en su interior con un fantástico retablo del siglo XVI.

Nosotros la encontramos cerrada, pero en la puerta hay un papel con un teléfono que indica que puedes llamar si deseas visitarla. Hoy no podemos hacerlo porque tenemos que llegar a nuestra siguiente cita, pero lo intentaremos en nuestra próxima visita.

Nos limitamos a dar un paseo tranquilo y admirar los otros dos edificios monumentales como la Torre del Condestable o Torre de los Velasco, construida en el siglo XV y símbolo del poder civil de una de las más poderosas familias de la vieja Castilla.

La construcción está rodeada por una cerca de piedra recorrida por saeteras en la que, sobre la puerta de acceso con arco apuntado, se encuentra el escudo de los Velasco.

Admiramos también la fachada del Palacio Zaldíbar, levantado en 1590 y hogar de una familia influyente. El palacio es un símbolo de la combinación de los poderes nobiliarios y religiosos que dominaban la región en ese momento, ya que uno de los miembros más notorios de esta familia fue un inquisidor.

Fachada del palacio de los Zaldíbar

Además del escudo familiar de los Zaldíbar, nos llama la atención una inscripción con la frase «Vive bien que has de morir» que, más allá de una simple frase moralizante, se cree que en realidad fue una advertencia utilizada por el inquisidor Zaldíbar para asegurar el cumplimiento de las normas bajo su autoridad.

Tuesta

Nos trasladamos a Tuesta, otra de las aldeas encantadoras y tranquilas del valle, nos empezamos a acostumbrar a la paz que se respira y a toparnos con sorpresas monumentales como la que nos espera, la iglesia de Nuestra Señora de Asunción.

El templo es un ejemplo magnífico de la transición del arte románico al gótico y del que se desconoce la fecha de construcción, aunque la mayor parte del mismo debió hacerse entre la segunda mitad del siglo XII y la primera del XIII.

Su portada nos deja sin palabras y nos entretenemos buscando ángeles, humanos, fieras, monstruos, aves y plantas tallados en sus arquivoltas, estamos ante uno de los mejores exponentes del arte románico en la provincia de Álava.

Detalle de la portada de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Tuesta

Esta vez, gracias al programa de visitas guiadas de la Oficina de Turismo de Valdegovía, vamos a poder conocer su interior, igual de hermoso que la portada.

El retablo mayor, en el que se encuentra la imagen titular de Nuestra Señora de la Asunción se trasladó a otro de sus muros para dejar visible el interior del ábside. Fue tallado en el último cuarto del siglo XVI.

Otra de las joyas que contiene la iglesia es una magnífica escultura de la Virgen Blanca de hacia el año 1300, modelo conocido en estas tierras como Andra Mari.

Frente a la portada de la iglesia se ubica un crucero de piedra y dos hermosos árboles

Llegamos a Bachicabo porque aquí se encuentra otro de los monumentos imprescindibles del recorrido por el patrimonio histórico-artístico de Valdegovía, la Parroquia de San Martín.

A menudo, con el programa de visitas guiadas de la Oficina de Turismo de Valdegovía se puede visitar en una misma mañana la iglesia de Tuesta y esta.

En su interior, vamos a tener la oportunidad de ver uno de los mejores conjuntos del arte barroco alavés y llevarnos una agradable sorpresa.

El retablo mayor, que preside la iglesia de San Martín de Bachicabo fue erigido entre 1677 y 1680 y ya en su traza se planteó como una obra mixta para albergar tallas y los lienzos donados por Sebastián Hurtado de Corcuera (Capitán General de Flandes).

Sus esculturas se vinculan a Gregorio Fernández y alguno de sus lienzos, como el de «San Martín partiendo la capa» o el «Descendimiento» son de filiación flamenca, recordando obras de Rubens y Van Dyck.

En la actualidad, este retablo está adelantado con respecto al muro, lo cual permite ver otro retablo pintado en la pared, en este caso un retablo fingido del siglo XVI, que se encontró de forma fortuita al desmontar parte del retablo del XVII para su restauración.

Nos vamos con la sensación de haber visto algo único, dos retablos en uno.

Casona hidalga de Espejo

Espejo es la aldea más grande de la zona, si se puede considerar grande una población de menos de 300 habitantes.

Situado junto al río Omecillo, afluente del Ebro, es pueblo de paso y parada obligada ya que es en el que se ubican la mayor parte de los servicios: tienda, entidad bancaria, centro de salud…

Esta condición de pueblo de paso viene de lejos, ya que lo atraviesa una de las vías naturales más antiguas de la zona, desde la época romana. Más tarde fue camino real, carretera del Señorío, finalmente carretera nacional, lugar de descanso de caballerías y diligencias en una de las muchas fondas que existieron en la localidad.

Es el lugar perfecto para comer o tomar algo ya que nuestro fin de semana está llegando a su fin y pronto tenemos que emprender el regreso.

La espadaña de Villamaderne

Antes de emprender el viaje de regreso, tenemos tiempo de acercarnos a una aldea de tan sólo 26 habitantes, Villamaderne, lo que nos atrae es ver una de las espadañas más esbeltas de románico peninsular.

La espadaña de la Iglesia de Villamaderne está exenta de la iglesia de San Millán (principios del s XIII), se sustenta sobre un arco apuntado y tiene tres niveles de troneras para alojar las campanas.

Aunque puede que exista alguna otra, nosotros nunca habíamos visto una espadaña tan monumental y nos parece muy curiosa y fotogénica.

Formando parte del territorio de Valdegovía se encuentran el Parque Natural de Valderejo, en el extremo más occidental.

Dentro del parque existen 4 núcleos de población: Ribera, Villamadornes, Lahoz y Lalastra, los dos primeros deshabitados. En Lalastra, se ubica la Casa del Parque Natural de Valderejo, centro de interpretación del parque y desde donde parten varias rutas.

Uno de los mayores atractivos de Valderejo es el desfiladero del río Purón, donde el agua ha ido erosionando las rocas calizas a su paso, formando cascadas y remansos, un paisaje espaectacular.

Sabes lo que amamos la naturaleza y lo que nos gusta una buena ruta senderista y, aunque estaba en nuestros planes iniciales, no pudimos hacer ninguna ruta. Estamos en febrero y las previsiones meteorológicas no son buenas, así que lo dejamos para la siguiente visita.

Valdegovía es un paraíso natural y, además del parque, tiene una oferta de actividades al aire libre muy apetecible de la que nos hablan en la oficina y que también estamos deseando disfrutar.

Desde aquí se promueve la marcha nórdica, actividad con enormes beneficios para la salud, contando el territorio con varias rutas señalizadas dentro de la red de Centros Nordic Walking Euskadi.

Por otra parte, aquí se ubica un Centro de orienting, para practicar la orientación, deporte de aventura para todas las edades que combina habilidades físicas y mentales en el entorno natural. Consiste en navegar por un terreno desconocido utilizando un mapa y a veces una brújula, para encontrar una serie de puntos de control (balizas). Se puede realizar caminando, corriendo o en bicicleta a través de bosques, montañas u otros terrenos naturales, mientras buscan los puntos de control.

Baliza de la actividad de orientación

Os aseguro que nos parece una propuesta muy atractiva que tampoco tuvimos tiempo de disfrutar ¿entiendes ahora por qué estamos deseando volver?

En la oficina de turismo os facilitarán el plano de las rutas de marcha nórdica y toda la información y fichas para hacer alguno de los recorridos de orientación.

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